
Con que me quedo del 2015, con esto tan útil para el 2016
Acaba este año y para acabarlo os quiero dejar este artículo de Carles Capdevila, director del Diari Ara i profesor de comunicación en la Universidad de Barcelona. Se que tal vez no tenga mucho que ver con la nutrición, o si, pero para mí es una manera de entender la vida, y la comida y la vida van de la mano. Lo qué comes, cómo lo comes, con quién lo comes y dónde lo comes, determina como es tu vida.
Este escrito me ha llegado por parte de una paciente, quien me comentó que tras leerlo se quede pensando en una las cosas que había aprendido Carles y quiso compartir conmigo ya que veía una similitud muy grande con el proceso que estamos haciendo juntas en su pérdida de peso, es esta:
Que el cuerpo es algo más que aquello que transporta nuestros pensamientos arriba y abajo y, si tenemos el detalle de pensar más en él, él a cambio nos ayudará a pensar mejor y nos transportará durando más tiempo.

Las semillas de la vida: de ahí la vida. Calabaza, girasol, lino, chía
Sin semillas no hay vida, son el origen de la vida.
Obviamente los animales no venimos de las semillas, claro que no, o si, según lo que os hayan explicado vuestros padres desde pequeños, el típico cuento de papa le pone una semillita a mama, etc etc etc…
A lo que iba, estos alimentos tan pequeños son un alimento rico en ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales, por lo que en poco volumen tienen una densidad nutricional muy elevada. Aunque cada una de ellas tenga particularidades, comparten varias cosas: