¿Somos adictos a la comida?

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¿Te has preguntado alguna vez si eres adicto a la comida?

Adicción a la comida es un término actual, que se usa para describir un trastorno patológico: el deseo compulsivo, excesivo y el consumo de alimentos. Esta conducta se manifiesta tanto por la ingesta anormal de comida, por el consumo ansioso de alimentos, en sí mismos, perjudiciales para el individuo.

Mientras que la sociedad ha entendido fácilmente que existe el alcoholismo, la drogodependencia, la adicción al tabaco… y lo reconoce. Todavía cuesta reconocer que hay gente que sufre una adicción a la comida.

La adicción a la comida, como con cualquier otra adicción, es una pérdida de control sobre uno mismo. La persona en cuestión que lo padece, sabe que su manera de comer es dañina para él, pero continúa con el comportamiento destructivo. Esta adicción afecta tanto a la parte  fisiológica (cuerpo) y psicológica (mente)

Ser adicto a la comida, es independiente del peso que se tenga y del sexo que se sea. Tanto pueden serlo personas con sobrepeso, bajo peso o normo-peso, hombres o mujeres, y en relación a la edad, cada vez es más temprana.

Los más difíciles de identificar son las personas con un peso normal, estas personas, normalmente son fuertemente calculadoras sobre lo que ingieren y lo que gastan, acostumbran a ser muy activos y realizan bastante actividad física. Pero tienen una relación complicada con la comida.

Sobre esta patología hay varios grados, están los más complicados y que requieren ayuda de profesionales especializados en adicciones, acompañado por una reestructura de los hábitos de vida y un nuevo replanteamiento nutricional a cargo de un D-N. Pero luego hay otra gente que lo que tiene es simplemente una mala relación con la comida, a los que yo llamo cariñosamente: PIRRADOS POR EL COMER

Y estas personas son las que:

–        Llegan a casa después de un día larguísimo, con reuniones, llamadas telefónicas interminables, caravanas en el coche, broncas con la pareja…y se amorran al tarro de nutela y no lo pueden soltar o abren un paquete de galletas y como por arte de magia se transforman en el monstruo de las galletas.

–        O a los que les llega su momento del día: EL MOMENTO SOFÁ, este momento es temido por tod@s, pero a la vez lo esperamos con ansia. Es ese momento en que (como dicen mis pacientes) el cuerpo me pide comer X (X=cacahuetes, pipas, galletas, chocolate, patatas, palomitas…). ¿Realmente crees que tu cuerpo te grita desde dentro quiero pipas?

Y después de esto se sienten fatal, culpables por lo que acaban de comer y se castigan haciendo tonterías con la comida el día siguiente.

Esto es una asociación de ideas, ya que relacionan el alimento X a la relajación y descanso, a recompensa y premio del día. Pero reflexionar ¿Es la nutela, la que os relaja o eres tú que te relajas al comer nutela? ¿Las pipas del momento sofá os aconsejan sobre los problemillas del día? 

Para poder solucionar el problema, lo primero que se debe de hacer es reconocer el problema que hay. No existe una manera fácil de combatir la adicción a la comida, sino que se necesita una disciplina para modificar los patrones de alimentarios y el estilo de vida. Se debe de hacer poco a poco y paso a paso.

No se trata de estar más gordo o más delgado, se trata de tener una relación buena con la comida, donde el sentimiento de culpa posterior no aparezca, tras comer algún alimento y que cualquier alimento que se consuma sea de manera consciente, con medida y a una hora prudente. 

Hay dos días en la vida que seguro que no puedes hacer nada: AYER Y MAÑANA, así que no te sientas culpable por algo que comiste ayer y no planees el capricho que te comerás mañana. Piensa en lo que estas comiendo ahora y en lo que te aporta lo que estas comiendo. Ponle cordura a tu alimentación. 

Crees que tienes una relación complicada con la comida, haz este mini test:

  • ¿Comes cuando no tienes hambre o cuando te sientes desanimado o deprimido?
  • ¿Comes para escapar de tus sentimientos?
  • ¿Comes a escondidas o comes distinto cuando estas acompañado que cuando estás solo?
  • ¿Te sientes culpable después de comer según que cosas?
  • ¿Te levantas a media noche, abres la despensa/nevera comes y te vuelves a la cama a dormir?
  • ¿Piensa en la comida o el peso constantemente?
  • ¿Sigues comiendo cuando ya estas lleno? ¿Incluso si ya te notas inflado?
  • ¿Comes alimentos que sabes que no son buenos para tu salud, pero aun y así los comes?(ejemplo: diabético comiendo dulces)
  • ¿Después de una cena muy copiosa, haces ayuno los días siguientes?
  • ¿Acostumbras a premiarte con caprichos (de comida) cuando algo sale muy bien o por el contrario cuando has tenido un día horrible?
  • ¿Te prohíbes a ti mismo alimentos que no puedes consumir, pero luego cuando los comes, no puedes parar de comerlo?
  • ¿Calculas obsesivamente las calorías que has quemado en contra de las has comido?
  • ¿Tienes comida escondida en el trabajo o en casa, para asegurarte tener comida?

 

Si de estas preguntas la mayoría de respuestas son un SI, seguramente no tienes una relación sana con la comida o incluso puedes padecer adicción a la comida. Te recomiendo que vayas a ver a un profesional para que te ayude a mejorar la relación con la comida, y que te ayude a reeducarte nutricionalmente.

Replantéate como es tu relación con la comida, si comes porque tienes hambre física o hambre emocional. 

Pero sobretodo, en el caso de que te des cuenta de que tu relación con la comida no es la mejor del mundo mundial, no deseperes, no te desanimes, has de  ponerte manos a la obra y como dicen los chicos de Mr.Wonderfull: NO SE TRATA DE DÓNDE ESTÉS, SE TRATA DE DÓNDE QUIERES LLEGAR. Así que, allá vamos. 

 

 

 

 

8 comentarios
  1. Alex Pérez
    Alex Pérez Dice:

    El comer es una actividad que se relaciona íntimamente con las emociones. Tristeza, nerviosismo, alegría, rencor, excitación, amor,…, cualquier emoción nos puede condicionar nuestra relación con la comida. Como muy bien dices, a partir de cierto punto hay que empezar a preocuparse, ser valiente y no esconder la cabeza debajo del ala. Y pedir ayuda si es necesario. Estoy absolutamente de acuerdo en tu planteamiento.

    Responder
  2. filiplaza
    filiplaza Dice:

    Creo que las insatisfacciones, dan por comer, es un estado de ansiedad y depresión.
    Tendríamos que ser más conscientes de porque hacemos ciertas cosas cuando nos encontramos deprimidos.
    Me gusta mucho que nos hagas ver esta parte de nuestro comportamiento gratuito que nos hace daño fisico y psiquico

    Responder
  3. Lourdes Requena
    Lourdes Requena Dice:

    Muy interesante la reflexión de ayer y mañana…en la dieta es la recurrida escusa del autoengaño para continuar comiendo
    aquello que no nos conviene.

    Responder
  4. Pol
    Pol Dice:

    Què bò Lara!
    Em sento identificat amb el que descrius a l’article, jijiji…
    Per sort m’hi sento identificat en temps passat, gràcies a tú!
    Una abraçada!

    Responder

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  1. […] en casa con su mujer y sus hijos, sopa de pistones, carne rebozada un yogur de sabores y en el momento sofá, 4 galletas. […]

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