Vivimos en una sociedad “Fast-life”, todo va acelerado.

Un día común de una persona urbanita común:

Empieza el día: – Ring-Ring.

despertador-homeroSuena el despertador (apurando hasta el último minuto, ¡claro!), encender la cafetera, mientras se calienta, corriendo para la ducha de 5 minutos (ni siquiera hay tiempo de tararear la canción del verano), coger el café (ostras, me he quemado), bolso, llaves, gafas…Subir al coche. – ¡Cariño, para un momento en la panadería que me compro algo para desayunar! – ¿Que vas a comprar? – un donut, ¿Quieres uno? – ¡Si, gracias! – Arranca, corre que pierdo el tren. Por fin subidos al tren, ahora 20 minutos de relax (dependiendo de si el tren se para o se retrasa, si has conseguido un asiento, si el personaje de tu lado se ha duchado, si aprovechas para contestar mails desde el móvil…), próxima parada X, ¡esta es! Baja del tren, ensaleras mecánicas (no mejor subo a pie se ha de hacer ejercicio, que no tengo tiempo para ir al gimnasio). Buscas las llaves del despacho (jolín, me he dejado las llaves con las prisas). Picas, entras, te sientas, te preparas y empieza el día laborar: teléfono, reunión, cancelaciones, retrasos….Hora de comer, aun no puedo salir no he acabado, bueno bajo al bar y cojo un bocata, una Coca-Cola y un café para despertarme un poco más, así no pierdo tiempo….teléfono reuniones, retrasos, cancelaciones, excusas… Bueno las 20.00h fin de la jornada laboral (si hay suerte). A coger el tren (señores pasajeros les informamos que hay retrasos de 20 minutos en la línea 1. Aprovechas el retraso para ir a la maquina expendedora y comprar algo para no morir de hambre, por ejemplo unas patatas fritas y unos chicles sin azúcar). Hora de llegada al hogar las 21.30  – Cariño, ¿qué hay para cenar? –Pues no se, ¡no hay nada en la nevera, no hemos tenido tiempo de ir a comprar! ¡Además acabo de llegar ahora mismo!– ¿Pedimos algo? – ¡Si, mejor! ¿Unas pizzas? – Si que tengo una hambre, es que hoy he comido fatal.

Analizando el día de esta persona, que ha hecho: correr todo el día, sin para ni un minuto y alimentarse de la peor manera que sabe. Lo peor que pasa muy a menudo.

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Por eso, me gustaría explicaros en que consiste el SLOW FOOD.  Es un cambio de hábitos, de estilos de vida, es una nueva corriente, donde se pretende romper con la idea de: Ir estresado es equivale a ser eficiente. Pues no. Ir estresado es sinónimo de infelicidad.

El nombre de Slow-food viene dado para contrarrestar el nombre de la Fast-food/Comida rápida. Pretende promover una nueva visión de mundo, empezando por una alimentación correcta, consciente, recuperando los sabores y las costumbres tradicionales, enmarcadas en un ambiente acogedor, para poder degustar los placeres que nos ofrecen los alimentos.

El Slow Food, propone: paciencia, comer despacio, respeto a los tiempos, espacios para uno mismo, gastronomía identitaria y alimentación autóctona.

¿Qué beneficios tiene?

–      Favorece la masticación, ayudando a una mejor digestión.

–      Promueve la educación del sentido del gusto. El Slow food incluye sabores suaves y naturales como es el caso del tomate triturado frente al ketchup de la comida rápida. Cuando se abusa de sabores tan intensos, no se aprecian los sabores naturales de la comida tradicional. A esto hay que añadir que los sabores intensos (fast-food) estimulan el apetito y provoca un aumento de la ingesta.

–      La calidad nutritiva de los menús es mucho mejor.

–      Favorece entablar relaciones sociales con otras personas alrededor de la mesa al comer de forma distendida y sin prisas.

sloowfood

Con todo esto, pretendo exponeros que si nos tomamos tiempo, ante todo para comer sea en casa o en el trabajo: comeremos mejor, estaremos mejor nutridos, saborearemos más, nos relacionaremos más y disfrutaremos de un tiempo para desconectar del frenesí del día a día.

Esta corriente la podemos seguir pidiendo comida a domicilio, pero evitando los fast-food, pidiendo a domicilio comida sana, sea autóctona o de otras culturas gastronómicas, pero os aseguro que será mucho más saludable que pedir comida a domicilio a un fast-food.

Hagamos algunos cambios:

–      Desayuno: en lugar de ir a la panadería y comprar un donut, escoger un bocadillo.

–      Comida: en lugar de comprar un bocadillo y una Coca-Cola, llamar a un servicio a domicilio, que te traigan al trabajo un menú coherente.(ahorraras energía y tiempo)

–      Cena: se puede hacer algo rápido y saludable. Siempre ten en casa conservas de verduras o verdura congelada, huevos y yogurt. Puedes hacer espárragos con vinagreta, tortilla francesa con dos tostadas de pan y un yogurt.

Empecemos por cambiar la fast-food por la Slow- food, luego seguiremos con  el resto.

Cada cosa en su momento y cada momento con su cosa

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  1. […] CORRIENTE LENTA. En esta encontramos el Hand Made, haz meditación para calmar la mente, rituales para el descanso, dedícate tu tiempo, cocina para la familia, utiliza el transporte sostenible…SloowFood […]

  2. […] vez este último año me haya enfocado más a lo que se refiere al Consumo Sostenible, al Km0 y al Slow Food, lo he hecho realmente porque creo que es la única manera de poder tener un desarrollo sostenible, […]

  3. […] Sana: Si queremos ser smart’s alimentándonos, es obvio que hemos de buscar lo mejor para nuestro cuerpo por tanto, ha de ser una alimentación saludable, de mercado, de km 0.  http://www.serviapat.com/blog/slow-food/ […]

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