La nevera desierta

Bienvenidos a septiembre de 2011, bienvenidos a la rutina. Después de este periodo de relax, disfrute, exceso de vagancia, buen vivir y descanso, se nos presenta la vuelta a la rutina, lo mejor de todo es que llegamos llenos de energía.

Con las maletas a cuestas, los hombros medio pelados y la gota de sudor por la frente, llegamos al dulce hogar que nos espera con los brazos abiertos y con la nevera vacía. Esta imagen es muy común en todas las viviendas a finales del verano.

No hay nada más peligroso que ir a comparar después de las vacaciones, se debe ser cauto y organizarse para no llenar la casa con alimentos innecesarios, calóricamente vacíos o con cantidades barbarás de comida, que acabaran por estropearse.

Lo más aconsejado es, el día que lleguéis de vacaciones no compréis comida para cocinar en casa, daros el último homenaje del verano, se que apetece estar en casa, tras pasar muchos días en camas distintas, sin un sofá tan acogedor como el de casa, sin los manteles ni la cubertería limpia, apetece y mucho estar en casa, así que una opción increíblemente buena, es pedir la comida para que os la traigan a casa. Tal vez lo más seguro es que si habéis viajado a países exóticos os apetezca la comida mediterránea (Guana) o tal vez si os habéis quedado por aquí tal vez queráis trasladaros a otro continentes (Bembi, Namaskar Nepal…)

Cuando tengáis el estomago lleno, hayáis hecho la siesta y estéis descansados, sentaros coged un papel y un bolígrafo y escribir la lista de la compra, para reponer la nevera y la despensa con los alimentos de temporada correctos para equilibrar el cuerpo después de un verano con exceso de HTTP  (helados, tapas, tequila y patatas).

Escribir:

Desayuno y merienda; y preguntaros ¿qué debo desayunar, para ir al trabajo con algo más de energía? Apuntad: Yogures desnatados, cereales sin azúcar o Muesli, fruta de temporada*, pan (bocadillo de media mañana), tomate (untar) queso tierno, fiambre de pavo y jamón del país. Alguna galleta (ojo, mirar la materia grasa).

Comida y cena: Verduras de temporada*, lentejas, garbanzos, arroz, macarrones, fideos, carne, pescado, huevos.

Otros: Agua, Café natural, aceite de oliva, sal, especies, infusiones, salsa de tomate… Y en el caso de que tengáis deseo de otro tipo de cosas dejarlo para el final, tal vez después de llenar el carro veáis que no lo necesitáis.

No compréis mucha cantidad, ya que seguro que la familia y amigos os invitaran a comer para que contéis el viaje o con los del trabajo saldréis a comer algún día para celebrar el reencuentro. ¡Si compráis en exceso se estropeara todo!

Sed buenos con vosotros mismos, dar tregua a vuestro cuerpo y dejadle una semana de adaptación, pensad que muchos tendréis el síndrome de la hamaca (gran pereza) no forcéis la máquina. Darle agua, vitaminas y comida sana, ya veréis que todo parece más fácil.

*Verdura de temporada (lechuga, pepino, tomates, calabacines, espárragos, judía verde, zanahoria, pimientos)

*Fruta de temporada (cerezas, higos, frutos del bosque, kiwi, melocotón, melón, sandía, ciruelas, peras…)